Copywriting para marca personal: 5 consejos para cuidarlo como se merece
Se habla mucho de definir objetivos, de diseñar la imagen corporativa de planificar acciones, de medir resultados y todo eso, ¿pero y qué pasa con el copy?.
¿Estás preocupado/a por los textos o la información que ofreces como profesional y que puede perjudicar a tu marca personal?
Porque sí, si ya estás online tienes marca personal.
Otra cosa es que no la hayas trabajado bien y esté ahí, deslucida y descuidada.
Se habla mucho de definir objetivos, de diseñar la imagen corporativa de planificar acciones, de medir resultados y todo eso, ¿pero y qué pasa con el copy?
En ocasiones nos centramos tanto en definir un lenguaje propio y que nos identifique que, sí, queda muy fresco, muy personal y muy guay.
Pero eso no es todo.
Hay que buscar la persuasión. Hay que convencer.
Hay que empatizar y conectar con la audiencia.
Y, amigo/a, eso solo puedes lograrlo siguiendo los consejos de copywriting para marca personal que te dejo a continuación.
1. Define tu estilo
Si nos centramos mucho en definir el lenguaje hasta olvidarnos de lo persuasivo es porque se trata de lo más difícil.
Y es que no se trata solo de que el copy referente a tu marca personal tenga que reflejar tu personalidad, que obviamente también. También tiene que centrarse en tu audiencia.
Me explico.
No se trata de que renuncies a nada de tu personalidad en función de las personas a las que te dirijas. Eysenck decía que la estructura de la personalidad se compone de dos partes: una congruente o consistente y otra plástica o modificable. Esta segunda permite que se adecúen comportamientos de manera consciente, mientras que la primera forma parte de nuestra estructura biológica.
Pero no vamos a darte aquí una clase de psicología.
Lo que trato de decirte es que, dentro de lo que te sientas cómodo/a, canalices esa faceta tuya o esa parte de tu personalidad que mejor case con tu audiencia a la hora de elegir tu lenguaje. Como dice la youtuber Ter, se trata de ser “performático”. Y sin dejar de ser honestos.
Puedes mostrarte amistoso o serio, divertido y cercano o profesional y sofisticado. Puedes adoptar una actitud de experto y analítico o mostrar candidez. O puedes ser creativo, confiable, bohemio y relajado, etc.
Te parecerá difícil, decía, pero lo bueno es que siempre sabrás cómo tienes que mostrarte una vez lo definas.
De ahí la importancia de ser honesto/a: no puedes estar fingiendo.
2. Habla a tu audiencia
La marca personal va sobre uno/a mismo/a, lo sé, pero incluso a la hora de definir qué lenguaje se va a emplear hay que tener presente a las personas a las que te vas a dirigir. Es la manera de ofrecer un lenguaje directo y cercano.
En el copy suele funcionar mejor que hables de “tú”, como estoy haciendo en este artículo. Además, usar la segunda personal del singular da sensación de cercanía, y no olvidemos que estamos hablando de la marca personal.
Pero, al margen de esos pequeños tips, hay una cuestión que no puedes posponer más, y es la de definir a tu audiencia si todavía no lo has hecho. Debes saber a quién te diriges, y para eso no hay nada mejor que configurar a tu buyer persona, ese ser imaginario pero basado en datos reales que te va ayudar.
Piénsalo: si dieras un discurso a un auditorio con un público heterogéneo, no te saldría igual que si lo dirigieras a alguien concreto. Y, para que sea personal, debes conocer bien al otro.
Esto implica también adoptar una posición de escucha permanente que repito, no tiene que moldearte, sino mantener ese deseo de satisfacer a tu gente y plasmarlo así en tu marca personal.
Si aún no tienes comunidad, LinkedIn puede ser un buen comienzo. O un grupo de Facebook o Telegram. No es dífícil crearlos.
3. Piensa el escenario y amolda el mensaje
Me voy a contradecir un poco con lo que te acabo de decir de LinkedIn (o no), pero no confíes solo en las redes sociales. Tus cuentas en ellas no te pertenecen, son propiedad de las grandes tecnológicas y estas actúan de forma muy arbitraria en ocasiones.
No siempre son las tecnológicas, en ocasiones las empresas sufren también el ataque de los hackers que quieren sacar tajada y, literalmente, se dedican al secuestro de cuentas. Le pasó en Instagram a Bodas de Cuento, que fue hackeada cando contaba más de 227 000 seguidores. Su cuenta actual hoy tiene 37 000 seguidores.
Cualquiera que esté en Internet está expuesto a ese tipo de situaciones, no es cuestión de asustarse. Pero una web es un espacio personal propio más seguro que siempre está, y que actúa como gran plataforma desde la que compartir contenido en forma de posts, invitar a la suscripción para newsletter, colgar episodios de podcasts, etc.
La web puede ser el gran catalizador de una estrategia sólida, pero luego hay que amoldar el mensaje a cada canal. En todas las redes, por ejemplo, no se concentra exactamente el mismo público.
4. Busca la autenticidad
Si has logrado definir el estilo y el tono que mejor te representan, no te costará mucho ser auténtico/a. Si te atascas, siempre podrás encontrar la inspiración en otros/as tanto dentro como fuera del sector. Sin copiar, claro.
Lo habitual es que los primeros textos salgan peor por estar más pendiente de la guía a seguir que del propio contenido. Es cuestión de práctica, de forma que cuanto más escribas más fluidez irás ganando y más cómodo te sentirás con tu tono. Lo harás tuyo.
Una de las claves para ser percibido/a como auténtico es apelar a emociones como el miedo, la nostalgia o incluso la polémica. Usar pronombres como el “tú” y unos recursos narrativos cálidos ayudan a parecer cercano/a, que también es importante.
Poco a poco podrás ir haciéndote con una colección de términos propios que uses con frecuencia sin llegar a lo repetitivo, pero que formen parte de tu identidad. También seguirás unas estructuras concretas para configurar tus textos y para titular.
Los títulos, precisamente, deben ser muy atractivos. Son los que consiguen despertar el interés, aunque será el buen contenido el que lo retenga. Pero si un título atractivo no hay clic.
¿Y cómo se redactan títulos atractivos? Vigilando la longitud, introduciendo la palabra clave y recurriendo a trucos que funcionan bien, como el formato lista con números y la inclusión del “cómo”. Precisamente para este artículo he elegido el primero de ellos.
5. Aprovecha el storytelling
Mediante el storytelling se consigue recrear la atmósfera adecuada para hacer al lector/a plenamente partícipe, que interiorice la historia a través de las emociones.
En toda historia hay protagonistas con virtudes y valores que quien las cuenta debe trasladar bien, pues se trata de despertar emociones positivas frente a las amenazas, que son negativas. Al hacer branding personal, el protagonista eres tú.
Así se crea un vínculo con la comunidad, se gana la confianza de quienes leen y se crear un impacto positivo. Y este 2020, en el contexto de crisis sanitaria que vivimos, eso puede marcar la diferencia.
¿Dónde puedes aplicar el storytelling? Tratándose de copywriting para branding personal, un buen sitio es el apartado “Sobre mí” o el resumen de tu bio en redes sociales y otros espacios. El texto siempre funciona, pero también puedes completarlo con vídeo, imágenes o ilustraciones.
Aprovecha para contar qué motivó que te convirtieras en lo que eres, cómo has llegado hasta aquí, qué obstáculos has tenido que atravesar por el camino, cómo has logrado superarlos, etc. Hila bien tu historia para atrapar al público, no hace falta que exageres. Y mucho menos que inventes.
Para hacer buen storytelling vuelvo a insistir en la importancia de conocer al público. La historia no va a cambiar porque es la tuya y es personal, pero sí puede cambiar el modo en que la cuentas. Al fin y al cabo, se tata de apelar a sentimientos y emociones.
6. Usa los “must” del copywriting
Si no sabes muy bien hacia qué dirección ir, ten a la mano los recursos del copywriting y básate en ellos para configurar tus textos.
Entre las fórmulas imprescindibles está AIDA, las siglas de “atención”, “interés”, “deseo” y “acción”. Te lo resumo: para captar la atención, es imprescindible un buen titular, pero para despertar el interés tienes que aludir a las soluciones que tú propones.
Para demostrarle que tienes la solución y avivar su deseo, puedes ofrecer consejos, testimonios o artículos que avalen la eficacia.
Lo último será una llamada a la acción que destaque y se vea bien.
De todas formas, lo explico todo mejor en este artículo al método AIDA.
Otras siglas para estructurar textos a las que podrías prestar atención son FAB, PAS, PASTOR o BAB. Se suman a las fórmulas para redactar titulares atractivos que harán que tus textos persuasivos para hacer branding personal sean perfectos.
Yo no me puedo extender más aquí, pero te aconsejo que investigues y que practiques. El copywriting para branding personal o encaminado a que el cliente ejecute una acción, como la compra, es cuestión de práctica. Encuentra las palabras adecuadas para triunfar, y eso pasa por saber definirte considerando a tu audiencia.
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